martes, 14 de octubre de 2014

EL DESIERTO FÉRTIL

Estamos acostumbrados a lo que significa la palabra desierto, eso justo eso desierto, un lugar en donde se encuentra arena y nada más que arena, con grandes dunas, grandes extensiones de terreno en donde no se encuentra nada más. Unas altísimas temperaturas durante el día y frío por las noches, solo las personas que están acostumbradas a vivir en ellos como los tuaregs son capaces de sobrevivir en ellos. Estos habitantes, normalmente son nómadas y se dedican al comercio y para sus desplazamientos utilizan los dromedarios, animales bien adaptados al medio, los cuales no necesitan agua para beber, pues pueden estar sin hacerlo hasta cincuenta días. También habitan el desierto los beduinos, que se dedican principalmente a la cría de cabras y ovejas y practican un seudonomadismo trashumante en búsqueda de aguas y pastos, para lo cual recorren kilómetros y kilómetros de ardientes arenas. El desierto encierra a los beduinos como si fueran personas en una caja. El beduino cabila, incluye grupos parentales de familias muy extensas unidas por un antepasado y por fuertes lazos según un código de honor y lealtad, basado en la generosidad, obediencia y sobre todo hospitalidad. Sus conflictos son resueltos teniendo en cuenta la responsabilidad colectiva. Todo grupo es responsable de las acciones cometidas por cada uno de sus miembros. Un jefe o shaikh, elegido por su valentía, generosidad y sabiduría, es el que se ocupa de las cuestiones relativas a la justicia. En los desiertos no se encuentran árboles ni agua, realmente es una locura querer atravesar cualquiera de ellos, sería un camino que solo conduciría a una muerte segura de no estar muy preparado para hacerlo. A pesar de todo lo expuesto anteriormente, hoy en día es posible convertir un desierto en fértil. Si en la actualidad, Egipto ha convertido su desierto en un bosque, lo que antes era un paisaje desértico, inhóspito y abrasador, ahora hay grandes manchas de árboles de alto valor económico como son el eucalipto, el papiro y todo esto gracias al agua que utilizan, contaminan y desechan, los 80 millones de egipcios diariamente, y que irónicamente es lo mejor para estos bosques llamados“hechos a mano”. Las aguas residuales, tienen muchos más nutrientes, nitrógeno y sustancias orgánicas muy convenientes para la tierra. Hoy en día se puede decir que, gracias a los ingenieros y a tantos estudiosos que hay en el mundo, nada es imposible, se pueden lograr cosas que hasta hace no demasiados años, hubiese sido impensable que se lograrían. PILAR MORENO 7 Octubre 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario