domingo, 2 de junio de 2019

VIVIR


Vivir, que hermosa palabra. Venimos a este mundo a eso, a vivir. No todos lo hacemos de la misma forma, pero es precioso hacerlo. Desde que vemos la primera luz del día o de la noche según la hora en que nuestra madre nos de a luz, es la obligación que tenemos vivir. Agarrarnos a este mundo con todas las fuerzas de nuestro pequeño corazón y a la vez que vamos creciendo, esas ganas también se van agrandando.
Según la familia en que la que hayamos caído, viviremos de una forma o de otra. En unas se vivirá con más holgura que en otras. Pero creo que todos los padres tratarán de que crezcamos, dentro de las posibilidades de cada uno, sobre todo con el mayor amor posible y esperando poder sacarnos adelante y que en un futuro seamos felices. Por circunstancias de la propia vida, no siempre se consigue, pero siempre tratan de alcanzar esas metas.
Hay veces que la vida nos juega malas pasadas y no influye en que seamos ricos o pobres. Cuando esas ocasiones se presentan, lo único que a mi parecer hay que hacer es afrontar la situación con toda dignidad. Agarrarnos sobre todo a la vida y por mala que sea la situación, tratar de verla como un episodio que nos ha tocado vivir, pero sin desesperación. Siempre que las cosas se miran con optimismo, es más fácil salir de ellas.
Voy a contaros mi caso más reciente. Mi esposo, siendo un fumador empedernido, de cuatro paquetes diarios, se pone gravemente enfermo y el mismo dice antes de que le diagnostiquen nada, que tiene todas las papeletas para que le toque algo malo. En efecto, le detectan un carcinoma de pulmón, el cual no tiene operación ni curación, según le comenta el oncólogo a él mismo. Le dice duramente que le quedan entre seis meses y un año de vida. Como es natural se nos viene el mundo al suelo. El que lo veía todo negro habitualmente, dice que, si le queda tan poco tiempo, para que se va a tratar.
Yo que soy todo lo contrario, me opuse a su decisión y después de mucho pelear con él, conseguí que comenzase el tratamiento. No fue fácil, ya se sabe la consabida quimioterapia, la cual no le sentó muy mal en realidad y pasado un tiempo lo metieron en un ensayo clínico, el cual dio unos resultados estupendos. Eso le permitió llevar una vida más o menos normal durante casi dos años y en realidad estaba encantado. Como en todas las cosas siempre hay un, pero y ese pero resultó que en un determinado momento, el bichito se escapó de donde estaba y se subió al cerebro. Desde ese momento, que lo dijeron comenzó a paralizarse, el me decía “tu no me crees, pero me estoy muriendo”. Cierto era y yo nunca pensé que sería tan rápido, duró un mes.
Ahora pienso en lo bonito que es vivir y lo triste que es ver como se te va un ser tan querido, pero también creo que mi optimismo me hizo llevar la enfermedad, con más serenidad, sin angustia y sin obsesionarme con la gravedad que había. Nunca imaginé que sería tan pronto, lo estaba mirando como se iba y no lo creía, siempre pensé que habría una mejoría, me agarraba a su vida.
Animo a todo el mundo a que vivan con todas sus fuerzas, que aprovechen cada instante, que como dice la canción solo se vive una vez y lo que no hagas hoy, quizás mañana no lo puedas hacer. Vivir cada momento con intensidad, como si no hubiese un mañana. Siempre valorando lo que se tiene y no sobrepasándose en las posibilidades, pero el no hacer hoy por lo que mañana pueda venir, es una forma muy negativa de vivir y solo conduce a que el día de la partida final, te vayas con las manos vacías, de cosas que podías haber hecho sin esfuerzo y por aquello de… te quedaste sin hacerlo.
Vivir, vivir, vivir, es un lema que para cada uno de nosotros debe ser como el pan de cada día, el alimento espiritual, aparte de la fe que cada uno profese.
En el papel no se puede gritar, pero yo quiero vivirrrrrrrr.

PILAR MORENO  2 de junio 2019

EL VERANO LLEGÓ




Ha llegado pronto a nuestro mundo
Pero… ya no estás,
Nuestra terraza florece como a ti te gustaba
Las rosas de distintos colores
Esos pensamientos, por los que tanto preguntabas
Las hortensias, los ibiscus, las dalias,
Las margaritas las calas, la cerilla
Ese níspero que vino desde la otra casa.
Mil preguntas he de hacerte,
Pero no sé cómo expresarlas
¿Qué mundo tan diferente es ese donde te hayas?
Hay flores tan hermosas
Que de su olor te embriagas
Son tan blancos los querubines
Como en las postales plasman
Has encontrado ya al Padre Eterno
¿Y a la Virgen Santa?
Entre las nubes volaba el otro día
No dejaba de mirarlas
Pensé que, entre ellas,
Quizás tú te encontrabas,
Que te vería y que, aunque fuese de lejos
Te diría cuanto te amaba.

PILAR MORENO 1 junio 2019