Establecimientos de moda, negocios que la gente a adoptado de muy buena gana, como si fuesen la panacea de todos los males y allí se curase todo, sobre todo el estrés. Unos días en el balneario y las vacaciones de invierno resueltas y volvemos como nuevos suelen decir los que suelen ir a esos sitios.
En
tiempos, estos balnearios se utilizaban para sanar a la gente que padecía reuma
y cosas similares. Josefa, mi abuela paterna siempre padeció de muchísimo reuma
y acudía con asiduidad a uno que se llamaba Trillo, en la provincia de
Guadalajara.
También
acudía a otro en Murcia que se llamaba Archena, en Alhama de Aragón fue varias
veces, el balneario de Lanjarón fue uno de los más visitados. Según contaba mi
padre, el suyo había gastado cantidad de dinero en llevar a todos los
balnearios que le recomendaban para tratar de curar a su mujer con las aguas
termales. Desde antes de la guerra civil ya comenzaron la andadura de balneario
en balneario; el paréntesis de la guerra hizo suspender esa peregrinación, pero
una vez terminada y calmada la situación comenzaron nuevamente a visitar esos
establecimientos hasta que por puro aburrimiento dejaron de asistir.
Realmente
el dinero gastado y el esfuerzo que suponía llevarla hasta esos sitios ya que
entonces había que ir en tren, no sirvieron de nada. Desde que tuve uso de
razón conocí a mi abuela en un sillón de ruedas y totalmente encorvada. Digo
sillón pues estaba siempre sentada en un sillón de mimbre al que habían
colocado unas ruedas y en el mismo la transportaban por toda la casa ya que la
misma era tremendamente grande.
Ahora
los balnearios se han convertido en sitios de relax, de vacaciones de lujo en los
que además de las aguas con olor a huevos podridos, te recomiendan unos
tratamientos milagrosos de masajes terapéuticos más piscinas de aguas termales
en las cuales se baña cantidad de gente toda junta y de unas bañeras que sabe
Dios solo la cantidad de gente que en ellas se meterán al cabo del año.
Jamás
he asistido a un sitio de esos y creo que, si mi mente sigue en plena lucidez,
jamás lo haré. Me producen rechazo, todo húmedo, ese olor tan especial.
PILAR MORENO 1 noviembre 2021