viernes, 24 de abril de 2020

MI GRAN PENA



       Por exigencias del trabajo, uno de mis hijos tuvo que salir de España con toda su familia, esposa y tres hijos. En un principio, salir de su país le costó bastante trabajo ya que los niños eran muy pequeños, concretamente el pequeño tenía seis meses.
       En el a país donde fueron, no tenían a nadie conocido, ni amigos ni familia ni nada. Mi nuera tuvo que quedarse en casa para poder atender a sus hijos, cosa que para ella no era sacrificio, pero por otro lado ella había trabajado siempre. Se fueron adaptando, los mayorcitos al colegio y el pequeño a la guardería. Estaban todos locos por que llegase el verano y poder regresar a España a pasar las vacaciones, estaban dos meses y para ellos era una delicia poder estar aquí, al sol y bañándose al aire libre, ya que donde viven llueve muchísimo y no hace excesivo calor.
       Siempre vienen una semana en Navidades, otra en Semana Santa y en verano, pues como desde el principio los dos meses, pues, aunque su madre ya se ha incorporado al trabajo, se turnan mi hijo y ella para estar aquí una semana cada uno y así no abandonar del todo los trabajos, aunque el tiempo que están aquí teletrabajan.
       Este año, se han truncado las vacaciones de Semana Santa, por la maldita pandemia. Yo estaba deseando de verlos como siempre, poder abrazarlos, besarlos, darles caprichos, hacerlos de comer, llevarlos al cine, pues disfrutan estando a mi lado, como creo que les pasa a todos los niños con sus abuelos.
       Este año además coincidía que en los días que estaban aquí, cumplía años el mediano y le hacía gran ilusión estar conmigo, así como verse con el primo que tienen aquí de mi otro hijo. Todo se ha ido al traste.
       A este otro nieto también hace que no lo veo desde mediados de febrero ya que vive con su mamá lejos de donde vivo yo.
       Para mi es lo que peor estoy llevando de este confinamiento pues, aunque hablo con ellos muy a menudo, el no poder besarlos y estrecharlos entre mis brazos, me desespera y hay ocasiones en que llego a pensar que si me pasa algo irremediable, la pena tan terrible que les quedaría, pues soy la única abuela que les queda. Deseo y espero que esto pase lo antes posible y podamos juntarnos toda la familia. Y sobre todo juntar a mis cuatro nietos que son tan felices estando unidos y a mi lado.

                     PILAR MORENO 24 abril 2020
      

CUARENTA Y TRES DÍAS




       Si cuarenta y tres días son los que llevo confinada en mi casa, no me quejo se que es por mi bien y el de toda la sociedad que me rodea. La única pega que pongo es no poder hacer las compras a las que estoy acostumbrada, a mi me gusta escoger lo que compro, ver las piezas de carne, así como el pescado que me voy a llevar a la boca, no todo me vale y ahora tengo que conformarme con lo que cuando hago el pedido me traen a casa.
       Pienso muchas veces que aún con todo lo que está pasando soy una privilegiada pues me puedo permitir el lujo de solicitar a los comercios en los que siempre he comprado, que me acerquen lo que les solicito y siempre es bueno ya que conocen mis gustos y si les pido el favor de que me raigan alguna cosa que no sea de su establecimiento, no tienen ningún problema en hacerlo.
       Esto no es una guerra, pero para el caso es lo mismo, aunque aquí no sabemos porque flanco nos va a atacar el enemigo, es invisible y traidor, pero por otro lado nos permite que haya gente buena velando por nosotros, sobre todo los mayores, cosa que en otras guerras no es posible.
       Espero que pronto este gobierno piense que los mayores también tenemos necesidades de salir, tenemos dolencias que lo hacen imprescindible. Llevamos mucho tiempo escuchando a nuestros médicos decirnos que tenemos que tomar mucha agua, y andar mucho, eso nos va muy bien a los que tenemos la tensión un poco alta y también para los que sufrimos diabetes ¿ahora que, ya no lo necesitamos, de la noche a la mañana esos consejos ya no sirven?
       Cuando los niños salgan a la calle será algo extraño para ellos, sobre todo los más pequeños y cuando los padres que los acompañen les digan que no pueden acercarse a los columpios, toboganes y demás aparatos de juegos, se revelarán y pensarán que mejor estaban en casa con sus juguetes favoritos.
       Solo Dios sabe a donde nos va a llevar todo esto.
                                   PILAR MORENO 24 abril 2020




EL DÍA TEMIDO




      Desde que este confinamiento comenzó, la soledad impuesta cada vez se hace más insoportable. Ya es penoso tener que vivir sola por la falta de tu esposo, pero todavía más, cuando no puedes reunirte con tus amigos, ni salir tan siquiera a tomar un café o dar una vuelta a la manzana de tu casa, pero que le vamos a hacer, es lo que nos ha tocado vivir.
       Cada día que pasa es más difícil y ya hablo con las fotografías de mis nietos, con las de mi marido, a los cuadros los limpio el polvo y le digo a cada uno que cada día me gustan más. En la terraza, les hablo a los tiestos, les alago diciéndoles lo bonitos que están que sus colores son preciosos y que espero que su floración sea tan hermosa como lo ha sido en temporadas anteriores.
       Ahora ha llegado el día temido, cuando hablo a las fotos de mi esposo reprochándole su rápida marcha cuando podíamos estar ahora confinados los dos, me responde que hubiese sido peor el haberse quedado pues este bicho se lo hubiese llevado de todas formas y para mí hubiese sido peor no haber podido estar con él hasta el último suspiro. Los niños me dicen, abuelita que estamos en fotografía, resérvate esas palabras para cuando hablemos por Skay, los cuadros me dicen, limpia y cállate ya que todos los días nos dices lo mismo, las plantas veo que se están poniendo hermosas y solo me piden que les ponga agua.
       En fin, lo dicho ha llegado el día tan temido, los enseres de la casa me responden cuando les hablo. He llegado a la conclusión de que me he vuelto loca de remate. Ya no tengo remedio.

                     PILAR MORENO 23 abril 2020

miércoles, 22 de abril de 2020

MI PRIMERA VEZ



Durante el confinamiento y por aquello de entretenerme en algo, me dediqué a comprar cosas a través de internet. Que cosas tan monas y económicas había adquirido, según las recibía, me las probaba, las planchaba y las colgaba en el armario a la espera de poder salir y estrenarlas, sería la envidia de mis amigas, había renovado el vestuario, ah que satisfacción sentía.
       Iban pasando los días y el encierro seguía y yo cada día escrutaba el armario diciendo para mis adentros, que tonta eres, te has gastado el dinero y no lo vas a poder estrenar. Convéncete, esto va para largo, no hagas planes que puede que cuando te lo vayas a poner no entre tan siquiera en tu cuerpo. Ya estaba más que harta.
       Llegó el domingo de Ramos y siguiendo la tradición, todos los años estrenaba algo para no quedarme sin manos. Entonces pensé, si no estreno nada… encima de confinada manca, pues va a ser que no.
       Sin pensarlo dos veces, me puse manos a la obra, me maquille correctamente como a mi me gusta cuando tengo algún evento. Abrí el armario y comencé a buscar, este va bien con esto, este también combina con esta chaqueta, decidido pues este, además también puedo estrenar los zapatos de tacón de aguja y el bolso que hacen juego. Me vestí delante del espejo, dándome yo sola los parabienes. Estás guapa chica, te sienta bien y además estás elegante. Cerré el armario y ale a la calle, toda de estreno. Que nervios llevaba.
       Al salir al portal, me encuentro con el vecino más inmediato, un hombre de mediana edad que llegaba de la calle. Me saludó atentamente como hace siempre y se me quedó mirando con admiración, entonces me dijo:
       -Perdone vecina que me meta en sus cosas, pero como va usted tan elegante en pleno confinamiento, la pueden detener si los agentes la ven así en la calle.
       -No se preocupe hombre de Dios, salgo por primera vez después de un mes y solo voy a tirar la basura.

                     PILAR MORENO 22 marzo 2020


      

sábado, 18 de abril de 2020

DESESPERANZA




          Hay noticias que me hacen sentir desesperanza, aunque yo soy persona de tener el ánimo siempre muy alto, ver todo lo que a mi alrededor está sucediendo me desequilibra la balanza. Todavía soy capaz de pensar sin que nadie me coma el tarro como dicen ahora y habiendo escuchado que, en China, país que desde el primer día yo dije que era quien había soltado el virus y que esto era una guerra biológica, cada vez me reafirmo más en mis pensamientos.
          ¿Cómo es posible que, en ese inmenso país, solamente se haya contagiado Bujan y no lo haya hecho Beijín es la ciudad en donde viven todas las autoridades, todos los lideres ni Sangay que es donde viven todos los ricos del país y desde donde se manejan todas las finanzas? ¿Hay que preguntarse por qué ha llegado a todos los rincones del mundo menos esos a esas dos ciudades?
          Mientras las bolsas del mundo entero han bajado considerablemente la de China sigue intacta. Creo que estos habitantes del planeta son muchos y muy listos y no han consentido que nadie les amenazase y los quisiera relegar a si que calladitos y como hormigas han salido de su hormiguero expandiendo la pandemia y haciéndose con el poder del mundo entero. Creo que estamos todos en sus manos.
          También creo que al igual que han sabido fabricar el virus, también han fabricado el antídoto y las medicinas pertinentes para combatirlo y lo están utilizando solo ellos. También se han puesto las botas vendiendo a todo mundo respiradores mascarillas y demás productos médicos, cuando al parecer se puede curar con antibióticos y antiinflamatorios. Si todo esto es cierto no tengo palabras para calificarlos.
          También he visto que Dan Patrick vicegobernador de Texas ha dicho que los abuelos debemos sacrificarnos y dejarnos morir, para salvar la economía en bien de sus nietos y no paralizar el país.
          Lo mismo ha dicho Christine Lagarde, presidente del Banco Central Europeo. “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global tenemos que hacer algo y Ya”.
          Igual el ministro de finanzas Japonés Taro Aso, pidió a los ancianos del país que “se dejen morir” para que de esta manera el Estado no tenga que pagar su atención médica.
          Me parece tan inhumano que piensen de esta manera, pero lo peor es que en nuestro país, nuestra España ya lo están llevando a cabo. Han seleccionado los enfermos del Covi-19 por edades y los mayores de setenta años los han dado como incurables y no les han aplicado los respiradores ni los han metido en las UCIS aunque hubiese sitio por si llegaban pacientes más jóvenes.
          Es terrible que las personas que vivieron una guerra civil, una posguerra traumática y que con su esfuerzo  y trabajo levantaron un país dejándolo en lo más alto y que aún ahora en tiempos de bonanza no han terminado su labor pues gracias a ellos, sus hijos pueden trabajar y se encargan del cuidado de sus nietos y en otros casos, con las pensiones de esos abuelos que estorban al gobierno, son capaces de salir a flote muchas familias, que por falta de medios se refugian en ellos y así salen adelante.

                        PILAR MORENO 18 abril2020



TIEMPO INVERTIDO



Cuadro de texto:  Oh terco invierno
de primavera te has vestido
has usurpado su lugar
luciendo sol y calor
a destiempo
ahora llega su estación
tu trabajo ha de hacer
todo seco se encuentra
no puede lucir su verdor
Ilustración 1
 
sacar sus frutos
y recrear nuestros ojos
ha llorado lágrimas intensas
de blanco se ha vestido
cubriendo calles y campos

PILAR MORENO 



TORMENTA

En la oscura noche
la estancia se ilumina
un rayo cruza el firmamento
un ensordecedor trueno
hace temblar las paredes
mis pensamientos se agolpan
mientras escucho la lluvia caer
siento un tremendo miedo
la tierra parece tragarme
está todo inundado
mi mente se aturde
será que tras la pandemia
halla llegado el fin del mundo.

PILAR MORENO 15 abril 2020



MI CONFINAMIENTO




Desde el día 12 de marzo estoy confinada en mi casa, vivo sola ya que soy viuda desde hace dieciocho meses. Me había acostumbrado, si es que alguien es capaz de acostumbrarse a esta situación, pero ahora es cuando realmente me estoy dando cuenta de lo que es la soledad impuesta. Desde que mi esposo se marchó, si que me sentía sola, pero de diferente forma. Dada mi forma de ser, no dejé, desde el primer día, mis actividades diarias, de salir a tomar un aperitivo con mis compañeras, a hacer mis compras diarias, al cine a pasear y desgraciadamente también a varios médicos por cuestiones de salud. Todo llevándolo con la mayor dignidad posible.
Ahora ha llegado esta maldita pandemia y de la noche a la mañana ya no hemos podido volver a salir a la calle. Yo al menos no lo he hecho pues soy persona mayor y de alto riesgo por mis dolencias.
Diariamente se ha impuesto el salir a los balcones para aplaudir a los sanitarios, policías y demás personal de servicios que gracias a ellos los que estamos confinados podemos subsistir. Yo no aplaudo pues mi casa, aunque tiene una tremenda terraza, también tiene un muro que la rodea y no veo a nadie. Escucho las bocinas de los coches y las sirenas a lo lejos y los únicos balcones que veo no sale nadie. O salen por otro lado. Entonces rezo un Padre Nuestro y un Ave María, creo que les puede llegar y Dios Nuestro Señor les ayudará y les protegerá pues en manos de él estamos.
Por otro lado, no puedo hacer ejercicio, mis convicciones me lo impiden y doy paseos a la terraza cuando la lluvia me lo permite, que llevamos unos días que no para de caer agua como si no hubiese llovido nunca. Me deleito con las plantas que tengo, que son muchas y están preciosas, cuando salga un poco el sol esto va a ser un vergel.
Espero que este confinamiento termine lo antes posible y podamos volver a ser los de antes, asumiendo la situación económica que nos espera y que los que se queden o han quedado ya sin trabajo, lo puedan recuperar lo antes posible.

                    PILAR MORENO 17 abril 2020

miércoles, 1 de abril de 2020

MALDITA PANDEMIA




      Quiero comenzar diciendo que no sé como comenzó esta maldita pandemia, lo que, si se es que fue tarde, no voy a entrar en si fue culpa de unos o de otros y que en un principio se tomó a broma, parecía una simple gripe, quizás un poco más fuerte que otros años, pero no dejaba de ser una gripe.
          Con fecha 29 de enero, tomé unos días de vacaciones y partí para Benalmádena, creo que en esa fecha las autoridades, ya tenían conocimiento de lo que estaba pasando, pero nada se hizo ni dijo. Mi regreso fue el día 4 de febrero y si lo pienso fríamente, podía haber vuelto contagiada hasta las trancas. Los recorridos que hice por toda Málaga fueron en autobús, ¿Quién sabe si alguno de aquellos compañeros de viaje no estaba ya infectados? Se me ocurrió atravesar el estrecho de Gibraltar en un ferry el cual iba cargado de chinos hasta el techo, nunca había visto tanto chino junto y me hice una pregunta, ¿a que vendrán tantos chinos a Tánger?
          A mi regreso volví a mi vida normal y aunque a finales de febrero se comenzó a escuchar alguna noticia, pero salió D. Simón (ahora se le puede apodar “El Enterrador” diciendo que había muchos casos en Italia y en China que es donde se había desarrollado el virus, pero aquí sería una cosa pasajera, que igual diez o doce casos a lo sumo habría. Estaba bien enterado el hombre.
          El 10 de marzo, acudimos como de costumbre a nuestra clase de literapia y la directora del centro de adultos, nos comunicó que a partir del día 11, es decir al día siguiente, se suspendían todas las clases hasta nueva orden que sería el día 26 de marzo. Nada cierto, enseguida se nos comunicó que había una prorroga de quince días más de confinamiento, ya que el virus se estaba extendiendo con tal virulencia, que los hospitales estaban saturados y no daban abasto con tanto infectado y, además, sin medios para poder atender como se debe a los enfermos.
          Yo que soy viuda y estoy acostumbrada a estar sola, estoy comenzando a sentir que el confinamiento me puede pasar factura. Lo mismo le puede pasar a muchas personas que son más débiles de carácter, que están por distintos motivos entrando y saliendo de su casa con mucha asiduidad. Otras que, de estar trabajando fuera del hogar, de pronto se han encontrado encerradas en casa con toda la familia, con la que a diario se ven lo justo y ahora han de compartir desde la mañana a la noche, todo lo que allí sucede. Muchos para remate y con niños de muy corta edad, han de teletrabajar, cosa que en muchos casos es casi imposible pues los dos padres trabajando y los niños berreando, saltando y pegándose todo el santo día, se convierte en una situación insostenible.
          Cuantos, en esta situación, tendrán conflictos a diario y cuando termine todo esto habrá muchos divorcios, otros llegarán a conocerse y quizás digan, mi mujer o mi marido es muy simpático, pero serán los menos. Habrá muchas uniones y desuniones.
          Hace ya muchos años, cuando comenzaron a instalarse las tiendas de todo a cien, regentadas por chinos, y de un día para otro iban montando en el mismo barrio hasta tres y cuatro tiendas y lo hacían ellos mismos y en horas; creo que hice el comentario de que los chinos comenzaban a hacerse con el mundo, nos iban a comer, salían como hormigas del hormiguero. Esta situación creo que me da la razón. Son personas muy trabajadoras y además están acostumbradas a vivir hacinadas, unos encima de otros, a comer porquería y a no desmandarse pues su país siendo de régimen dictatorial y comunista, no les permite la más leve falta.
          Ahora dicen que nos han mentido con los muertos que ha habido en su país, quizás lleven razón pues los satélites están comprobando que los crematorios de ese país no paran, son continuos las humaredas y fuegos que se ven desde el espacio exterior. Dicen que es posible que los muertos que dicen haber tenido se triplican o cuadruplican. Tampoco se va a notar los miles que faltan pues son tantísimos sus habitantes.
          Mi sincera opinión es que ellos han sido los causantes de este desastre que va a dejar a la humanidad muy mermada y de la que va a ser muy difícil recuperarse. Sobre todo, la economía incluso la de los más poderosos se va a ver diezmada como nunca se había visto. Creo que han declarado una tercera guerra mundial sin dar un solo tiro. Es una guerra virológica de la que tardaremos mucho tiempo en salir, incluso años, pues hay mucha gente que ahora son asintomáticos pero que con el tiempo la puedan ir desarrollando.
          Espero poder ver el final de este gran desastre mundial y que a nuestros seres queridos nada les pase.
          “RESISTIRE HASTA EL FINAL DEL CONFINAMIENTO”
                                                   PILAR MORENO 1 abril 2020
         
           

EL CORONAVIRUS (COVI-19)




De pronto la vida me pone a prueba
me encuentro encerrada en casa
puedo sentir el miedo en el aire
cuando me doy cuenta me rodea el pánico
paso días de tristeza
días de esperanza
conflictos en mi alma
hospitales saturados
soldados de batas blancas
ángeles que vuelan por salvarnos
héroes y heroínas arriesgando sus vidas
para pacientes muy graves poder salvarlos
servicios públicos ayudando a nuestro lado
todo ello por un bichito
que de china se ha escapado
no pueden controlarle
a ese bicho tan inhumano
que miles de vidas está segando
virus maldito, asesino, traidor,
una guerra química estamos pasando
solo en las trincheras metidos
lograremos salvarnos
remaremos todos a una
nos cogeremos de la mano
todo será más fácil si juntos estamos
hemos de respetar las normas
vemos como tiemblas los cimientos de la sociedad
me pregunto cómo acabará esto
será pronto o se alargará en el tiempo
cuando podremos enterrar nuestros muertos
cuando los vivos podremos volver a abrazarnos.

PILAR MORENO 25 marzo 2020