martes, 29 de marzo de 2016

AYER Y HOY

Ayer comenzó nuestra andadura,
mirábamos el futuro con optimismo,
había una vida por delante sin vivir,
luchamos por conseguir nuestros sueños,
junto con nuestros hijos
éramos una familia feliz,
tenemos a nuestros nietos
la alegría que nos hace vivir.
Hoy comienza nuestro ocaso
solo luchamos por llegar a mañana,
los sueños ya están cumplidos
nada queda por hacer,
todo está puesto en su sitio
y ahora … qué?
no hay ilusión por lo que vendrá
el futuro es incierto
que nos deparará,
recordando el pasado
iremos viendo la vida pasar.

         PILAR MORENO 20 marzo 2016


EL CASAMIENTO

En los añosoventa Patricia y Paco habían decidido vivir en pareja, pero de casarse nada de nada. Eso no conllevaba nada más que a gastos inútiles y al fin y al cabo la convivencia iba a ser la misma con papeles que sin ellos. Así lo hicieron, buscaron un piso, lo amueblaron a su gusto y una vez que todo estuvo a punto, hicieron sus maletas y se marcharon de casa de sus padres a vivir juntos su amor. Se les veía muy felices y contentos, tuvieron tres hijos, dos chicos y una chica, la princesa como ellos la llamaban. Fueron creciendo, les educaron dentro de sus posibilidades, dándoles carrera a los tres. Les resultaron chicos estudiosos y la verdad es que no perdieron el tiempo, una vez acabados sus estudios, cada uno se puso a trabajar y poco a poco fueron conociendo a sus parejas con las cuales en poco tiempo ellos sí que se casaron. No pasó mucho tiempo sin que comenzasen a aparecer los nietos, que fueron la alegría de toda la familia. La última en casarse fue la princesa y realmente el día de su boda se parecía a una princesa de verdad, no le faltaba detalle, se volcaron con ella hasta en el último detalle. Patricia quería que cuando la viese su suegra que era bastante paleta se le amargase la boda, que toda ella se le volviese pura hiel. Siempre presumía, lo suyo era lo mejor y a su hija la veía siempre como si fuese de trapillo, pues ese día se iba a quedar boquiabierta. Anibal Laguna, había sido el modisto que le había confeccionado el vestido y era una autentica maravilla. Cuando llegaron a la iglesia, Patricia apareció con un traje color púrpura que daba gloria de verla, elegante, vistosa, se había acicalado todo lo mejor que había sabido, llevaba un tocado a juego con el vestido con grandes plumas naturales. Al verse en la puerta la madrina y la novia, que claro está era la susodicha suegra, no pudo evitar poner cara de bruja y retorcerse por dentro. Que belleza de novia, ella que pensaba que la iba a dejar a los pies de los caballos con su modelo. Comenzó a decirla, estás muy guapa y muy elegante, pero aquello sonó a pura pantomima, pues lo que realmente pensaba es que la había chafado el ser la más bonita del reino como la madrastra de Blanca Nieves. Ni que decir tiene lo que pensó de Patricia cuando vio aquella elegancia. Después de mucho tiempo todavía tiene revuelta la hiel en su cuerpo. PILAR MORENO 20 Marzo 2016

EN EL HOSPITAL (CAMINO DEL SILENCIO)

Era el mes de febrero, hacía un frío insoportable, sobre todo para un enfermo. Menos siete grados y medio marcaba el termómetro del coche y eran las ocho de la mañana. Que podía hacer yo para que no se enfriase, poner la calefacción a tope y esperar un rato a que se calentase, calarle el gorro hasta los ojos, el abrigo bien cerrado y la bufanda bien atada tapándole la boca como si fuese un niño pequeño. Teníamos que salir de casa sin otra opción, en el hospital nos esperaban para darle su primer tratamiento. Al llegar al hospital, se termina el problema, meto el coche en el parquin y al subir a la planta lo único que hace es un calor sofocante. En la consulta, nada más llegar comienzan a ponerle en vena diferentes frascos de cosas previas al veneno que han de inyectarle. Siendo la primera vez que iban a aplicárselo, no teníamos ni idea del tiempo que habríamos de estar allí, por ello me dirijo a las enfermeras para que me informen. Muy solicitas me comunican que habría de estar conectado a la máquina unas seis horas por lo que me aconsejan que salga a dar una vuelta y luego vaya a recogerlo. ¿Cómo iba yo a salir a la calle? uf… con el frío que hacía pero después de una hora de estar allí sentada y viendo que solo se me iba a poner el trasero cuadrado de lo dura que era la silla que me habían puesto para acompañarlo, decidí dar una vuelta pero por dentro del hospital. Lo conocería más a fondo pues preveía que por desgracia puedo pasar bastante tiempo en él. Le doy un beso como es mi costumbre y me encamino despacio por los amplios pasillos. Voy viendo y observando a muchas personas, unas solas y otras acompañadas, comentando lo que les han dicho en su consulta, unos llevaban las caras alegres y otros no tanto. De pronto me pongo a pensar en mi problema, me voy concentrando en lo que nos pasa, es una dura situación y aunque desde muy joven he luchado contra viento y marea con grandes problemas, este me supera. Es mi querido esposo el que está ahora luchando con su grave enfermedad, con un duro tratamiento y un incierto final. Sigo despacio recorriendo pasillo tras pasillo sin rumbo determinado. Sin darme cuenta, me encuentro en la planta baja. Ahora en lugar de tanto murmullo de salas de espera, lo que aprecio es el entrar y salir al público, cada uno a sus quehaceres. Sigo ensimismada en mis pensamientos y observo que cada vez me voy encontrando más sola, pero aún así sigo atravesando pasillos. De pronto, me encuentro en uno muy lúgubre en el que no hay nadie, reacciono y observo que no hay ninguna indicación de hacia a donde me dirijo. Miro a todos lados y veo que estoy en el final del recorrido, tan solo una inmensa puerta que me indica que no hay por donde seguir. Sin dudarlo y muy osadamente, abro aquella puerta, todo estaba en absoluta oscuridad, nada se escuchaba, me sobrecogió aquel silencio tan tenebroso, me quedé parada más de pronto siento que la puerta se ha cerrado. No veía absolutamente nada y ahora ¿cómo salgo de aquí? Me dispongo a buscar mi móvil en el bolso para utilizarlo como linterna y tratar de volver a abrir la puerta para salir de aquel tétrico lugar. Es entonces, cuando la puerta se abre de golpe, por ella asoma un joven bien parecido empujando una camilla, en la que iba tumbado un hombre. Sorprendido con mi presencia me pregunta. ¿Señora que hace usted aquí? No lo sé respondo toda nerviosa, Inmersa en mis pensamientos he ido recorriendo pasillos, me encontraba bien en soledad y este último era muy silencioso y sin darme cuenta entré aquí. Pues sepa señora, que está usted en el mortuorio y que este que traigo aquí es un fiambre. Si mira a su alrededor, verá que hay muchos más. Salí despavorida de aquel lugar diciendo por Dios ya decía yo que me dirigía camino del silencio. PILAR MORENO 9 Marzo 2016

martes, 22 de marzo de 2016

CALVARIO
Los Santos Óleos ya recibidos,
los zarandeos aceptados,
ha llegado mi hora;
camino del Calvario voy
para tratar de redimir mis penas,
solo pido a Dios Padre Celestial
que cuide por mí
a los que aquí dejo solos,
en la tierra.

PILAR MORENO 22 Marzo 2016


REGOCIJO

Una separación sin sentido
gran dolor causado en nuestras vidas,
fue casualidad, ¿Quién lo sabe?
años perdidos después de tantos juntos vividos
una hermandad de cuatro en uno,
pura comunión entre ellos
cuanto se han perdido, alegrías, tristezas.
Años han pasado, un profundo silencio
entre ambos se había producido,
desde la atalaya de mis sentimientos
nunca fueron olvidados
más… de pronto una llamada se produce
escucho esa voz amiga tanto tiempo alejada,
un llanto sincero, reencuentro de voces
qué gran regocijo siento en mi alma,
a grandes rasgos, se cuentan lo sucedido
no desean volver a separarse,
desean recobrar todo el tiempo perdido.

PILAR MORENO  15 Marzo  2016




APOYATE

Apoya sobre mi hombro
las tristezas que te acompañan,
en la playa, sobre la arena blanca,
dejaremos que las olas con su espuma las deshagan.
Apoya sobre mi hombro
las esperanzas dormidas;
que juntos haremos que pronto revivan.
Apoya sobre mi hombro
todos los males surgidos;
te ayudaré a tirarlos
allá muy lejos, por el abismo.
Apoya sobre mi hombro
tus brazos queridos;
así llegaremos, juntos al final del camino.

PILAR MORENO 13 Marzo 2016


jueves, 10 de marzo de 2016

HACE YA TIEMPO

Hace ya tiempo que no me hablas
que tus palabras no reprochan mis acciones
que mis noches quedaron vacías
que tus manos no me acarician
que tus besos se esfumaron
la paz que tu sola presencia me infundía
el calor que me dabas
la luz que iluminaba mi vida
no he de pensar que todo eso ha terminado
un futuro incierto me domina
que será de mí en la soledad infinita
me arde la piel de solo pensarlo
he de encontrar un camino que me de fuerza
para sobrellevarlo
más nunca he de echarte al olvido
ha sido mucho lo que juntos hemos vivido.


PILAR MORENO 6 Marzo 2016
LLORA EL CIELO

Tras los cristales el cielo llora
copos blancos diminutos,
el campo se va tiñendo de blanco
los árboles extienden sus ramas
 para cubrirse de nieve,
los pajarillos dejan sobre ella
la impronta de sus pasos
el cielo cubierto de gris oscuro
vierte sus lágrimas densas
ya no hay espacio sin cubrir de blanco inmaculado
¿cuánto durará ese llanto?
qué hermoso todo y sin embargo
 todo paralizado.


PILAR MORENO 6 marzo 2016  

martes, 8 de marzo de 2016

COMO EN UN BAUL

Habían pasado muchos años de aquel acontecimiento, cualquiera lo hubiese olvidado. Simplemente había sido un amor de juventud ¿qué importancia tenía ya? Quizás se habían confundido pues se habían criado juntos y es posible que esa cercanía les hubiese hecho pensar en un amor. Pero… María nunca lo olvidó, en el fondo de su corazón se adivinaba una frágil llamita de lo que aquello había supuesto para ella. Eran demasiado jóvenes y cada uno tiró por su lado. Formaron sus familias, matrimonios, hijos. Es decir vidas normales como las de cualquier mortal. En pocas ocasiones coincidían y cuando lo hacían la verdad es que saltaban chispas de sus ojos. Cuando el padre de María fallece, vuelven a encontrarse y es entonces cuando Pedro la abraza como hacía años que no lo había hecho. Ella dentro de su pena, se encontró en unos brazos que para ella eran tan conocidos, tan ansiados y entre sollozos escuchó la voz que recordaba con tanta ternura, diciéndole unas palabras que jamás ha podido olvidar y que le hicieron retroceder en el tiempo -Eres una mujer fuerte, demuéstralo ahora, como ya lo hiciste en otra ocasión- Aquello quería decir que sabía lo que había sufrido cundo se separaron y aún así había salido adelante. Ahora debía de ser lo mismo aunque se tratase de situaciones diferentes. Estaba diciéndole al oído que había seguido sus pasos y sabía de su vida aún en la lejanía ¡Cuantas vueltas le dio María a esas pocas palabras en momentos tan difíciles! Le sirvieron de consuelo pues realmente había conseguido salir de aquel bache, tragándose sus lágrimas y su desolación. No se volvieron a ver. Cinco años más tarde, María recibió la comunicación del fallecimiento de Pedro en un grave accidente. Creyó volverse loca, tuvo que tragarse más lágrimas que nunca, llorarlo en silencio, nadie debía saber que en el fondo de su alma lo seguía amando. Acudió a su funeral y a día de hoy no sabe cómo pudo aguantar el tipo sin demostrar el terrible dolor que la afligía. Hace mucho tiempo de estos hechos pero María sigue sin olvidar. Tiene su familia, sus quehaceres, sus problemas como todo el mundo, pero ese recuerdo ahí sigue latente, nunca se borrará de su mente. Cuando esta sola y triste María da vueltas a su cabeza tratando de buscar en ella algo que hubiese podido hacer para en aquellos momentos no haber tenido que separarse de aquel muchacho que siendo tan joven la había enamorado de aquella forma. Hurgaba como en un baúl del que quieras sacar del fondo las cosas más antiguas y recordar con ellas las cosas que en aquella época habían sucedido. Ella recordaba palabras, caricias, besos y toda clase de hechos que en su mente estaban tan lacerantes como el primer día. Había sido su verdadera juventud, la que se vive plenamente con la persona a la que amas de todo corazón y que un día te arrancan de cuajo sin tu desearlo. Por eso María sigue pensando, revolviendo los antiguos tiempos en su memoria, sin parar sigue con la rebusca de sus queridos recuerdos. Eso nadie se lo podrá arrebatar, se irán con ella cuando le llegue su hora y solo desea que si en el Más Allá las personas se encuentran, poder volver abrazarle con todo su corazón. PILAR MORENO 2 Marzo 2016

TRABAJO DIFICIL DE EJECUTAR

La tarde se le antojó eterna, esperaba noticias y estas no llegaban, Susana había quedado en llamarle por teléfono en cuanto supiese algo pero nada, las horas iban pasando y él se iba poniendo cada vez más nervioso. De pronto sonó el teléfono, corrió a descolgar el auricular con gran ansiedad. Si dime, -a hola tía Julia eres tú, si es que estoy esperando una llamada muy importante, voy a colgar y después te llamo y hablamos un ratito- A Oscar casi le da un infarto cuando vio que no era Susana la que llamaba, seguía la incertidumbre. Cuanto más tiempo pasaba peor se iba poniendo ¿pero qué podía hacer, no sabía a dónde dirigirse? El único contacto era Susana y esta se retrasaba más de la cuenta. Olga había salido de viaje en un vuelo anterior al de Susana y habían quedado en verse en el hotel en donde se alojarían en lo que durase el reportaje. Las dos eran periodistas de una importante revista, Olga era la que hacía los reportajes gráficos y Susana las entrevistas. Susana no había podido coger el mismo vuelo que Olga, les habían comunicado a las dos por separado el viaje y ya no les fue posible tomar el mismo avión. Les encomendaron una ardua tarea en un país en el que las cosas estaban bastante complicadas. A su llegada al aeropuerto de destino, Susana fue informada de que el avión anterior había sido secuestrado con todos los pasajeros y la tripulación al completo, les habían dejado repostar y a punta de pistola les habían obligado a remontar el vuelo rumbo a un destino desconocido. En ese avión, también iban otros compañeros cámaras y realizadores pues pretendían hacer videos y un extenso reportaje de lo que allí ocurría. Con mucho desasosiego, Susana llamó rápidamente a Oscar para informarle de lo que había ocurrido y que estuviesen al tanto lo mismo él que la familia de Olga y que en cuanto le fuese posible se pondría de nuevo en contacto con él para darle toda la información pertinente. Oscar no sabía qué hacer pues no tenía nada en lo que apoyarse, simplemente en lo que Susana en breves palabras le había contado. La tarde estaba llegando a su fin y él seguía sin noticias. Después de avisar a los padres de Olga, se dirigió a la embajada para conseguir información si es que allí sabían algo. Cuando llegó, vio bastante revuelo en la entrada y preguntó lo que sucedía. No era él solo quien se había llegado hasta allí en busca de noticias de un familiar, quizás él había sido de los que más paciencia había tenido esperando la llamada de Susana. Era cierto lo que Susana le había dicho, nada se sabía del destino de aquel avión y por consiguiente de sus ocupantes. Los radares le habían perdido la pista y se temían que aquello se convirtiese en una tragedia. Todo el mundo debía estar preparado para lo peor. Esas gentes no solían tener piedad de los secuestrados. Allí pasaron horas y horas esperando noticias. Cada vez la situación se iba haciendo más tensa ¿cómo combatir aquella desesperación? ¿Qué sería de sus familiares en manos de unos desalmados? Poco a poco, las necesidades de cada uno, de descanso, aseo, trabajo les fue obligando a dejar vacio aquel lugar con la promesa de las autoridades de avisarlos en cuanto hubiese alguna noticia, realmente eran los únicos que podrían enterarse de algo rápidamente y se encargarían de todo lo preciso que pudiesen necesitar sus compatriotas. Habían pasado casi quince días de lo sucedido cuando sonó el teléfono en casa de Oscar. Era el Sr. Embajador tenía buenas noticias, su esposa junto con el resto de los pasajeros, habían sido encontrados en un desierto. Un avión de reconocimiento les había encontrado sanos y salvos, solo daban muestras de sed y hambre pues habían sido escasos los víveres que les habían dejado cuando fueron abandonados. Ahora solo quedaba poder rescatarlos y una vez efectuado el rescate hacerles un reconocimiento y a continuación si era posible repatriarlos. Peor suerte había corrido la tripulación a la que se llevaron los secuestradores con ellos, sin saber cuál sería su destino final. Tres días después Oscar fue al aeropuerto a recoger a Olga, su esposa, y a Susana que cuando vio lo sucedido, le entró pánico y decidió volver a Madrid sin hacer el trabajo que se les había encomendado. Iba a ser un trabajo muy bien remunerado pero prefirió perder esa oportunidad. Las dos comentaron que si se hubiesen quedado en aquel país, posiblemente no hubiesen podido disfrutar del dinero ganado pues igual no habrían vuelto vivas. PILAR MORENO 27 Febrero 2016