Siempre hemos dicho ¡que buena vida tienes, o que buena vida
te das, pero creo que este ejercicio no corresponde a esas palabras, al
contrario, creo que se trata de hablar sobre la vida buena, no de la buena
vida. Al parecer suena lo mismo, pero en realidad no es igual.
Yo creo entender por vida buena, la de
esas personas, que no tienen dolencias, que pueden caminar todo lo que quieren,
comer todo lo sano que les apetece, hacer su deporte favorito, leer, ir al
cine, disfrutar del amor y los juegos de los nietos y con ellos, que a nuestra
edad solemos tener, poder viajar, charlar con los amigos, tener partidas de
naipes si son de su agrado, tomar el aperitivo cuando les parece, merendar con
los amigos, aparte de ser personas honestas, de no colarse en la vida de su
prójimo ya que a él no le interesa para nada. Ayudar en lo posible a cualquiera
que lo necesite, según las creencias de cada uno, practicar su religión y sin
recrearse en contárselo a los demás.
Con lo expuesto anteriormente, creo que
vida buena es la que cada persona puede obtener bajo sus condiciones morales,
sus creencias personales y sus actuaciones.
La buena vida es otra cosa muy
distinta, pero que ahora no viene al caso
describirla.
PILAR MORENO 18 marzo 2019
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