sábado, 2 de noviembre de 2019

JUANA LOBATO


    

Aquella tarde, cuando Juana salió de trabajar, se había levantado una gran ventisca, había quedado con su novio Mario en esperarlo en la Puerta del Sol, debían hacer unas compras ya que estaban preparando su próximo enlace y la casa todavía carecía de cosas importantes.
Juana llevaba un vestido de amplio vuelo que con aquel horrible aire necesitaba sujetarlo con fuerza con ambas manos y aún así se levantaba con gran facilidad. Mario, de pronto al subir las escaleras del suburbano, vio con gran estupor el mal rato que Juana estaba pasando al no poder sujetar su falda todo lo que ella quería. Se abalanzó sobre ella y tomándola por la espalda hizo que al menos la parte trasera del vestido no se levantase y así ella podría con sus manos y el bolso sujetar la parte delantera de aquel vestido. Que fastidio, ella casi siempre llevaba faldas de tubo como se llevaban en la época, pero aquel día se había acicalado un poco más y decidió ponerse aquel vestido que su madre le había confeccionado.
Llegaron con dificultad por el aire y el aguacero que comenzó a caer hasta Galerías Preciados, grandes almacenes en donde se podía adquirir de todo para el hogar. Una vez dentro, se sacudieron el agua que les había mojado y comenzaron la visita a los diferentes departamentos de los que necesitaban proveerse de cosas para su futura casa. Pasaron allí varias horas y adquirieron todo lo que precisaban.
Al terminar las compras, salieron a la calle y cuál fue su sorpresa al ver que la lluvia y la ventisca se había terminado y lucía un cielo azul que auguraba que el resto de la tarde iba a ser espléndida.
Caminaron otra vez hacia la Puerta del Sol y viendo la tarde tan deliciosa que se había quedado, se dirigieron calle Mayor adelante para llegar hasta Palacio Real y disfrutar de un maravilloso paseo por los Jardines de Sabatini, que eran y son unos jardines emblemáticos de Madrid, donde continuaban comentando sus cosas y descubriendo que cada día estaban más enamorados. Fueron de esas parejas de la época que estaban convencidas de que su amor sería para siempre.

PILAR MORENO  2 noviembre 2019


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