Escuchando ese maravilloso Vals de Dmitri Shostakovich, me adormecí en el sillón en el que estaba sentada, y comencé a pensar o más bien soñar, en lo bonito que sería poder bailar con esos trajes de época, en esos magníficos salones de algún palacio vienes, sentirse por un rato como debía sentirse la emperatriz Sisi, pero claro está yo no soy ni Sisi ni emperatriz.
Después
de haberlo escuchado varias veces, decidí ir a acostarme, ya se había hecho
tarde y debía madrugar por la mañana. Una vez en la cama me acurruqué y como de
costumbre me dormí rápidamente.
Comencé a
soñar y tal como había pensado mientras escuchaba la música me vi bailando en
brazos de mi esposo en uno de aquellos salones, éramos los únicos que danzaban
en el centro de la estancia y todo el mundo miraba y admiraba nuestra forma de
bailar, era una conjunción tan grande la que había entre los dos, que parecía
que estuviésemos solos. Él tenía una forma tan elegante de asirme por el talle,
una mirada tan enamorada hacia mi rostro que nublaba todo lo que alrededor
acontecía.
Yo en sus
brazos, me sentía en aquellos instantes, como no creo que ni tan siquiera la
emperatriz se hubiese sentido nunca. Era la mujer más feliz del mundo, me
sentía amada, admirada, envidiada. De pronto me había convertido en la persona
que en aquellos momentos toda mujer quisiera haber sido. Toda la noche bailando
no sentía cansancio alguno, un vals tras otro, que maravilla.
De pronto
escuché un pitido insistente, sin saber dónde estaba, me incorporé en el lecho,
entonces comprendí que era el maldito despertador que me anunciaba que tenía
que levantarme.
Había
llegado el momento de aparcar aquel maravilloso sueño, de volver a la realidad
del día a día. De comprender que había sido un sueño, muy bonito, pero solo un
sueño, que volvía a estar sola, como llevaba tiempo estando. Que decepción tan
grande.
Me
gustaría volver a soñar, con él, sobre todo, viviendo cosas reales o irreales
como la que he relatado, pero, volver a estar en sus brazos y sintiendo esas
miradas que expresaban aun sin palabras todo lo que sentía.
PILAR MORENO 11 mayo
2023
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