jueves, 13 de febrero de 2014

CONCLUSIONES

Estimado Dr.: He recibido su amplio informe clínico sobre mi persona. Hay palabras que muy claramente comprendo pero en cambio otras son demasiado técnicas para mi entendimiento. No obstante, me gustaría que usted fuese más sincero y me hablase con toda claridad de lo que realmente me sucede. Debido a la situación en que me encuentro y viendo que la mejoría es nula, a pesar de toda la medicación que vengo tomando desde hace más de un año, deduzco que las palabras que no comprendo por ser tan técnicas, se deben precisamente a la gravedad de mi caso. Llevo vistos muchos colegas de usted y ninguno me ha dado claras esperanzas de curación. La realidad es que ninguno de ellos, así como usted mismo, me dan un claro diagnostico de la enfermedad que vengo padeciendo. Sé que hay muchas enfermedades que aún en nuestro país se consideran como raras, pero es que ustedes no me han diagnosticado ni eso. Por todo lo antes expuesto, deduzco que no saben lo que realmente me sucede, pero al menos díganme con claridad que no avanzo nada con los diferentes tratamientos que hasta ahora me han recomendado y que he seguido al pie de la letra. Le ruego que al menos me manifieste si esto puede tener un final próximo, como yo presiento y creo entender al leer su informe, pues he de dejar todo un legado a mis familiares, esposa e hijos, así como disponer lo que se ha de hacer con mis negocios. Del mismo modo, me gustaría dejar proyectado mi sepelio, es decir, el ataúd en el que han de colocarme, la carroza que ha de transportarme, las flores que depositarán sobre mi tumba, el tiempo que ha de durar el velatorio, los funerales en la catedral que se han de celebrar, la música que me gustaría escuchar durante el mismo. Como puede usted comprobar son cientos y cientos de cosas las que he de disponer antes de mi partida. Atentamente le saluda su finado paciente. PILAR MORENO – FEBRERO 2014

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