EL MAR

Sentada en la arena de la playa contemplo el complejo acantilado olas suaves, tranquilas van a romper a sus pies en la arena, se deslizan silenciosas, posan su espuma blanca acariciándola; pasan horas y horas el reloj de mi vida se ha detenido, parece que me acabo de sentar y mientras estoy en mi letargo la mar se va enfureciendo, su suavidad se va convirtiendo en feroces y altas olas que sobrepasan el acantilado, inmersa en mis pensamientos no sé cuánto tiempo llevo allí quizás demasiado al llegar, tensa, dolorida, llorosa, ahora mi mente está en blanco al contrario que la mar ahora mi alma se ha calmado. PILAR MORENO 21 junio 2015