jueves, 16 de julio de 2015

NOCHE ESTIVAL

Como cada noche en época estival paseábamos nuestro amor por el viejo Madrid cogidos de la mano y riendo nuestras mutuas ocurrencias pasábamos horas y horas sin percatarnos llegábamos hasta la madrugada en muchas ocasiones éramos tan felices! Pero aquella noche de agosto cómo imaginar lo que iba a suceder después de haber pasado una velada magnifica de habernos expresado más que nunca lo que sentíamos ya de regreso a casa, te pusiste muy serio, no era lo habitual en ti que siempre reías por todo; hablaste con una seriedad que no conocía dijiste cosas ininteligibles para mi, me puse a reír y a tomar a broma tus palabras, aquello que referías no era cierto, cómo se iba a terminar aquella maravillosa relación qué había sucedido para tomar aquella repentina decisión; no supiste dar explicaciones, solo pusiste un punto y final ya no volveríamos a salir juntos, habíamos terminado. Comencé a llorar desesperadamente, sacaste tu pañuelo para enjugar mis lágrimas me besabas suavemente, ya más como un hermano protector como un amigo que consuela a otro, me decías que no llorase para que en casa, no se notase lo que había sucedido, que te partía el alma verme llorar pero… no había otra solución. Cuanta tristeza se apoderó de mí ser era un ser que caminaba, trabajaba y vivía por inercia, debía hacerte caso, nadie debía notar nuestra ruptura, mi cabeza no paraba de dar vueltas y vueltas en mi alma no había consuelo, no me explicaba el por qué, sabía que no había otra solución, cuáles habían podido ser los motivos que te habían llevado a tomar esa decisión, si éramos felices, porque de pronto la ruptura. Mucho tiempo tardé en saber los motivos mucha juventud dentro de mí e inesperiencia y, dentro de ti una cobardía inmensa, una falta de decisión para salvar lo que más querías más… no podía suponer, que detrás de todo estaba la persona que más daño me ha hecho en mi vida. PILAR MORENO 16 julio 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario