La capacidad es algo que cada persona tiene dentro de sí. Unas tienen más que otras, puede ser para el estudio, para atender enfermos, para desenvolverse por la vida según las circunstancias. Hay quién es muy decidido y aunque su capacidad sea reducida, que no es lo mismo que in- capacidad; saben resolver cualquier problema que les surja pues, la capacidad que su cerebro le permite, aunque sea con más trabajo que a otras personas, pueden solucionar cualquier ambigüedad que se les presente en un determinado momento.
Son personas más lentas de reflejos,
pero, no menos aptas para funcionar en la vida como cualquier otra persona.
Pueden acceder a estudios y a trabajos que les reporte su manera de vivir,
percibir un salario digno y en su trabajo realizar un buen papel. La capacidad
de esas personas es tan válida como la de cualquier otra; una vez que han
cogido la rutina de sus quehaceres pueden ser tan eficientes o más que los que
tengan más capacidad intelectual. Como en muchas ocasiones decimos, vale más
maña que fuerza.
Puede que una persona con el
intelecto alto sea una maravilla y sin embargo para ciertos trabajos o
situaciones sea la más inútil del mundo y otro con menos capacidad intelectual
sea maravilloso en la labor que desarrolla.
También podemos hablar de
capacidad, como lo que cabe dentro de un armario, un contenedor, un frigorífico
o cosas similares, pero creo que no viene al caso, pues son capacidades muy
diferentes y a las personas no se les debe comparar con objetos.
Ahora hablemos de la voluntad,
este es otro dilema, hay quien es muy voluntarioso para cualquier cosa de esta
vida. Podemos decir que tiene mucha voluntad aquella persona que se levanta muy
de mañana para ir a correr, antes de acudir a su trabajo, o aquella que le
manda el médico dejar de comer por su salud y lo sigue al pie de la letra,
voluntad la de aquella persona que dedica su tiempo libre en ayudar a enfermos,
cuidar de ancianos, asistir a las residencias para hacerles compañía.
Voluntad es todo aquello que
haces sin ser impuesto por nadie, que haces altruistamente con el simple
objetivo de que alguien se sienta feliz. De ver sonreír a personas que lo
necesitan, aunque para ello tengas que dejar abandonada alguna tarea en tu casa
o en tu vida que se pueda realizar más tarde. Las visitas a los hospitales que
tanto bien hacen a los enfermos, aunque ahora con esto de la pandemia, hay
sitios en los que no te dejan entrar.
Yo recuerdo que, no hace excesivo
tiempo, estando mi esposo aplicándole la quimioterapia, iban unas señoras voluntarias
de la asociación española contra el cáncer, y pasaban cantidad de tiempo
hablando con el enfermo y el acompañante, en caso de que lo hubiese, y era muy
agradable la conversación que te daban. Hacían muchas preguntas, pero eludían
hablar de la enfermedad. Si te daban consejos, según fuese derivando la
conversación, se ofrecían a ti, para acompañarte, para darte cursillos de como
atender al paciente en caso de necesitarlo, realmente para mí fue gratificante,
aunque esa ayuda nunca la necesité, pues gracias a Dios pude manejarme con él
hasta los últimos quince días y aun así lo hice como pude y también con
esfuerzo y voluntad. En estos últimos quince días solicite ayuda, pero, no
llegó a tiempo el óbito se produjo antes de que pudiesen auxiliarme.
PILAR
MORENO 28 marzo 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario