martes, 10 de junio de 2014

PIQUI LA COTORRA

Herida, te chocaste contra una ventana los inquilinos te recogieron y curaron tus heridas no sabiendo que hacer contigo me ofrecieron cuidarte eras tan bonita que no pude negarme llegaste en una jaula diminuta tú valías más que eso un chalet de tres plantas te compramos así, sería más leve tu cautiverio gozabas de nuestra compañía y al soltarte por las tardes dabas tus pequeños vuelos pon la estancia te posabas en nuestros hombros y hacías gracias cual niño pequeño nos acariciabas con tu piquito susurrando que se yo que cosas aprendiste nuestros nombres y hasta saludarnos por tu forma de piar ya sabíamos cuál de los miembros de la familia llegaba al hogar en verano te sacábamos a la terraza también debías tomar el sol estival pero, ay mujer, como a todas, el amor te perdió un día apareció un cotorro enamorado se posó sobre tu jaula qué te diría, con sus gorgojos no se separaba de ti ni un momento arrogante nos miraba, sin asustarse cuanto amor debía ofrecerte desde dentro arrumacos le hacías y comida tu le dabas una mañana te abrimos la puerta queríamos que tu amado entrase tanto que os queríais buenos polluelos podrían sacarse preciosos erais los dos, igualitos y de buena clase dudabais, os observamos mucho tiempo el no se atrevía a entrar tu desde dentro lo mirabas dos tortolitos parecíais ronroneando tras la reja buena mujer y decidida, saliste a la puerta el te invitó a volar y de seguido abandonaste la cancela nunca más supimos de vosotros dónde iríais a parar. PILAR MORENO

No hay comentarios:

Publicar un comentario