Inmensa soledad la que
me has dejado
que vacío tan grande hay
en mi vida
tu me avisabas y no te
creía
“me muero y no me crees”
era cierto, tu cuerpo lo
sentía
tanta lucha habíamos tenido,
pero…
verdad era que tu tiempo
se agotaba
me aferraba a la
esperanza
al clavo ardiendo donde
agarrarme
ya era inútil, todo
terminaba.
Me pedías besos y
abrazos,
sonidos guturales salían
de tu garganta,
solo yo los entendía,
tus manos apretaban las
mías
a tu boca las llevabas
besabas hasta mis uñas,
mientras yo tu cara
acariciaba
de besos y abrazos te
colmaba,
mientras eso ocurría,
una ligera sonrisa a tu
rostro asomaba.
Tonta de mí, con la
venda colocada,
no quería entender que despidiéndote
estabas,
comenzó mi dolor
intenso,
¡cuanto! para mi
significabas,
no podía ser lo que
estaba ocurriendo
no dejaba de besarte en
la frente y en la cara,
hasta ese último suspiro
que en mis manos exhalaras.
Aún después de muerto te
besaba
no quería separarme de ti
como dejarte solo, no lo
hice
hasta que aquellos
hombres
de tu lado me apartaran.
PILAR MORENO 11
noviembre 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario