martes, 6 de noviembre de 2018

LA METAMORFOSIS DEL YO




       Hace ya casi cuatro años comenzó mi metamorfosis, no sabía lo que ocurría en la vida de mi esposo pero, yo presentía por su comportamiento que no iban las cosas bien, se sentía mal, pero nadie sabía decir que era lo que le ocurría, yo veía que como una vela se iba consumiendo, fue entonces cuando, creo que por primera vez me atreví, con educación eso sí, a llevar la contraria a un médico y exponerle mis pensamientos que justo no eran los suyos. Fue entonces cuando le derivó a un especialista y fue cuando comenzó la encrucijada que he vivido durante tres años.
       Fue diagnosticado con un carcinoma de pulmón y le dieron entre seis meses y un año de vida, entonces mi persona se convirtió en gusano de seda e iba a pocos tejiendo el capullo. En un momento determinado, lo enviaron a un ensayo clínico, el cual dio muy buen resultado y entonces, aunque yo no dejaba de tejer aquel capullo, cada vez lo hacía más despacio, la esperanza me ayudaba a tejerlo cada vez más lento, pero no por eso dejaba de pensar que en cualquier momento aquello podía voltearse.
       En el pasado septiembre, como yo temía, ese maldito bicho llamado cáncer, pasó silenciosamente a su cerebro, los doctores no me lo pusieron tan oscuro como al principio del descubrimiento, pero mi intuición, hacía sentir que el capullo debía seguir tejiéndose y aunque quería seguir haciéndolo con lentitud, en pocos días tuve que terminarlo, casi con prisas.
       El pasado día 23 lo terminé, ahora, habiendo sufrido ya la metamorfosis, convertida en mariposa, sola, triste, no alcanzo a saber donde he de ir a depositar los huevos, creo que ya nunca los pondré y paciente esperaré a que llegue el día postrero, donde las almas se juntan.

                     PILAR MORENO 28 octubre 2018

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