Antes de comenzar la escritura, todas las hojas estáis en blanco
dispuestas a recoger todo lo que en vosotras queramos expresar. Unas veces son
cosas importantes, si muy importantes, puede ser desde la receta de un médico
para salvar la vida de alguien o por el contrario, la sentencia de un juez para
quitarle la vida a algún condenado. Son muy diferentes las dos cosas pero
comienzan lo mismo, en una hoja en blanco.
También comienza en una hoja impoluta esa novela que puede llegar a ser
un premio Planeta o esa otra que ningún editor se atreve a publicar pues sabe
de antemano que es un fracaso seguro, pero que las dos personas que se han
puesto ante ti, han escrito con las mismas ilusiones y pensando que el gran
público iba a devorar con sus ojos la escritura que en ti habían depositado.
Esos grandes mandatarios que depositan en ti hoja en blanco las leyes y
los presupuestos que van a gobernar las naciones del mundo, que unas veces son
para beneficiar a los pueblos y en otras ocasiones son simplemente para
mantener a sus súbditos bajo su potestad y ellos enriquecerse a costa de los
más pobres sin que ellos puedan protestar y en muchos países no sepan ni lo que
están haciendo con ellos pues, solo saben de la hambruna que pasan y de la gran
mortandad de sus hijos sin saber cómo remediarlo.
Los famosos premios Nobel, o el Príncipe de Asturias, también se
determinan en una hoja en blanco. Tantas y tantas cosas son determinadas sobre
ti. Qué importancia tan grande tiene tu existencia y con todo lo que se escribe
en ti, si tú pudieses remediar ciertas situaciones, si con lo que tú sabes te
pudieses revelar, pero solo eres el objeto, el medio en el que queda constancia
de verdades o mentiras que se quieran escribir. A mí, cuando te tengo delante,
me produces un gran respeto, te miro y remiro antes de emborronarte, eres un
símbolo demasiado pesado como para no tomarte en serio, puedes llegar lejos, si
muy lejos y lo que se haya grabado en tu piel pasará a la posteridad para bien
o para mal. Creo que no mucha gente se ha parado a pensar en la importancia que
tienes, has reemplazado a los grandes grabados sobre piedra, también a los
papiros, a los pergaminos. Representas la modernidad pero así como tus
antecesores darás paso a un futuro y que en lo que sobre ti se quede reflejado,
será la ante cesión a una nueva época que Dios sabe que otras cosas traerá. Ahora
se escribe con ordenador pero, no se
escribe una cosa encima de otra, siempre estás tú, si tu hoja en blanco la que
dictaminas una nueva situación o nuevas decisiones o simplemente los
pensamientos de personas que ilusionadas creen que algún día serán leídas.
PILAR MORENO – 30-12-2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario