martes, 19 de febrero de 2013

ANTE UNA HOJA EN BLANCO




Antes de comenzar la escritura, todas las hojas estáis en blanco dispuestas a recoger todo lo que en vosotras queramos expresar. Unas veces son cosas importantes, si muy importantes, puede ser desde la receta de un médico para salvar la vida de alguien o por el contrario, la sentencia de un juez para quitarle la vida a algún condenado. Son muy diferentes las dos cosas pero comienzan lo mismo, en una hoja en blanco.
También comienza en una hoja impoluta esa novela que puede llegar a ser un premio Planeta o esa otra que ningún editor se atreve a publicar pues sabe de antemano que es un fracaso seguro, pero que las dos personas que se han puesto ante ti, han escrito con las mismas ilusiones y pensando que el gran público iba a devorar con sus ojos la escritura que en ti habían depositado.
Esos grandes mandatarios que depositan en ti hoja en blanco las leyes y los presupuestos que van a gobernar las naciones del mundo, que unas veces son para beneficiar a los pueblos y en otras ocasiones son simplemente para mantener a sus súbditos bajo su potestad y ellos enriquecerse a costa de los más pobres sin que ellos puedan protestar y en muchos países no sepan ni lo que están haciendo con ellos pues, solo saben de la hambruna que pasan y de la gran mortandad de sus hijos sin saber cómo remediarlo.
Los famosos premios Nobel, o el Príncipe de Asturias, también se determinan en una hoja en blanco. Tantas y tantas cosas son determinadas sobre ti. Qué importancia tan grande tiene tu existencia y con todo lo que se escribe en ti, si tú pudieses remediar ciertas situaciones, si con lo que tú sabes te pudieses revelar, pero solo eres el objeto, el medio en el que queda constancia de verdades o mentiras que se quieran escribir. A mí, cuando te tengo delante, me produces un gran respeto, te miro y remiro antes de emborronarte, eres un símbolo demasiado pesado como para no tomarte en serio, puedes llegar lejos, si muy lejos y lo que se haya grabado en tu piel pasará a la posteridad para bien o para mal. Creo que no mucha gente se ha parado a pensar en la importancia que tienes, has reemplazado a los grandes grabados sobre piedra, también a los papiros, a los pergaminos. Representas la modernidad pero así como tus antecesores darás paso a un futuro y que en lo que sobre ti se quede reflejado, será la ante cesión a una nueva época que Dios sabe que otras cosas traerá. Ahora se escribe con ordenador  pero, no se escribe una cosa encima de otra, siempre estás tú, si tu hoja en blanco la que dictaminas una nueva situación o nuevas decisiones o simplemente los pensamientos de personas que ilusionadas creen que algún día serán leídas.

PILAR MORENO – 30-12-2012

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