Despierto,
nada escucho
no hay
niños ni coches,
no hay
bocinas
que está
pasando.
la ciudad
parece un espectro
nadie en
las calles
todo es
silencio
un
silencio ensordecedor
más
contentos los pájaros
trinan
con insólita alegría
se sienten
más los mirlos y los jilgueros
las
urracas también fuerzan sus gorjeos
el
silencio va penetrando en mi vida
cualquier
ruido ahora es extraño
siento
llegar al vecino
lo
delatan sus rápidas pisadas
se siente
su micción y el agua de la cisterna
me congratula
saber que hay alguien
vivo
también en la casa
no están
todos muertos
ya no
estoy tan sola
algo muy
grave ha debido ocurrir
quizás
mañana pueda enterarme
sintonizo
el dial de la radio
una
maldita pandemia
instalada
entre nosotros
ha hecho
que nos confinen
dentro de
nuestros hogares
quien
sabrá por cuanto tiempo.
PILAR
MORENO 14
mayo 2020
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