jueves, 6 de noviembre de 2014

JARDIN DE OTOÑO

Árbol del Paraíso, que con tu fragancia inundas todo mi jardín Pena da ver tus finas hojas, amarillentas, esparcidas por el suelo Oh… tierna higuera, que aún sin tus frutos haber cuajado, Te ves despojada de tus hojas dejando desnudas tus tiernas ramas. Encinas centenarias, alfombráis de gruesas bellotas, el suelo por donde piso. Esquelético ciruelo, que más que un frutal pareces un árbol seco y muerto. Por el contrario, acebos enrojecidos, mostráis vuestros frutos con orgullo Anunciando la próxima llegada de la Navidad. También tu madroño, redondito y alegre, presentas tus lindas frutas, ásperas, rojas como el carmín, y copiosas sobre tus ramas, comestibles y en cantidad alucinógenas. El granado enano el cual sus flores ha convertido en granadas de pequeño tamaño dispuestas para su recolección al ser tiempo para ello. También vosotras mis queridas hortensias, os resistís a que las lindas flores se os marchiten, algunas de vuestras hojas ya se tornan amarillas dejándolas sobre el suelo una espesa capa para que abriguen vuestras raíces y las sirvan de abono para el resurgimiento en la próxima primavera. Las acacias dejan al aire sus ramas, desprovistas de hojas, para tomar impulso y cuando comiencen a dar calor los primeros rayos de la primavera, brotar con toda fuerza para cubrirse de tiernas hojas y preciosas flores blancas. Azaleas con flores blancas que todavía tenéis ganas de lucir orgullosas vuestra belleza. Durillos que engrandecéis los lugares en donde estáis depositados, mostrando dos veces al año vuestras diminutas florecillas. Este es mi jardín, mi querido jardín de otoño PIÑAR MORENO 6 Noviembre 2014

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