Hay
noticias que me hacen sentir desesperanza, aunque yo soy persona de tener el
ánimo siempre muy alto, ver todo lo que a mi alrededor está sucediendo me
desequilibra la balanza. Todavía soy capaz de pensar sin que nadie me coma el
tarro como dicen ahora y habiendo escuchado que, en China, país que desde el
primer día yo dije que era quien había soltado el virus y que esto era una
guerra biológica, cada vez me reafirmo más en mis pensamientos.
¿Cómo
es posible que, en ese inmenso país, solamente se haya contagiado Bujan y no lo
haya hecho Beijín es la ciudad en donde viven todas las autoridades, todos los
lideres ni Sangay que es donde viven todos los ricos del país y desde donde se
manejan todas las finanzas? ¿Hay que preguntarse por qué ha llegado a todos los
rincones del mundo menos esos a esas dos ciudades?
Mientras
las bolsas del mundo entero han bajado considerablemente la de China sigue
intacta. Creo que estos habitantes del planeta son muchos y muy listos y no han
consentido que nadie les amenazase y los quisiera relegar a si que calladitos y
como hormigas han salido de su hormiguero expandiendo la pandemia y haciéndose con
el poder del mundo entero. Creo que estamos todos en sus manos.
También
creo que al igual que han sabido fabricar el virus, también han fabricado el
antídoto y las medicinas pertinentes para combatirlo y lo están utilizando solo
ellos. También se han puesto las botas vendiendo a todo mundo respiradores
mascarillas y demás productos médicos, cuando al parecer se puede curar con
antibióticos y antiinflamatorios. Si todo esto es cierto no tengo palabras para
calificarlos.
También
he visto que Dan Patrick vicegobernador de Texas ha dicho que los abuelos
debemos sacrificarnos y dejarnos morir, para salvar la economía en bien de sus
nietos y no paralizar el país.
Lo
mismo ha dicho Christine Lagarde, presidente del Banco Central Europeo. “Los
ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global tenemos que
hacer algo y Ya”.
Igual
el ministro de finanzas Japonés Taro Aso, pidió a los ancianos del país que “se
dejen morir” para que de esta manera el Estado no tenga que pagar su atención
médica.
Me
parece tan inhumano que piensen de esta manera, pero lo peor es que en nuestro
país, nuestra España ya lo están llevando a cabo. Han seleccionado los enfermos
del Covi-19 por edades y los mayores de setenta años los han dado como
incurables y no les han aplicado los respiradores ni los han metido en las UCIS
aunque hubiese sitio por si llegaban pacientes más jóvenes.
Es
terrible que las personas que vivieron una guerra civil, una posguerra
traumática y que con su esfuerzo y
trabajo levantaron un país dejándolo en lo más alto y que aún ahora en tiempos
de bonanza no han terminado su labor pues gracias a ellos, sus hijos pueden
trabajar y se encargan del cuidado de sus nietos y en otros casos, con las
pensiones de esos abuelos que estorban al gobierno, son capaces de salir a
flote muchas familias, que por falta de medios se refugian en ellos y así salen
adelante.
PILAR
MORENO 18 abril2020
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