Quiero
comenzar diciendo que no sé como comenzó esta maldita pandemia, lo que, si se
es que fue tarde, no voy a entrar en si fue culpa de unos o de otros y que en
un principio se tomó a broma, parecía una simple gripe, quizás un poco más
fuerte que otros años, pero no dejaba de ser una gripe.
Con
fecha 29 de enero, tomé unos días de vacaciones y partí para Benalmádena, creo
que en esa fecha las autoridades, ya tenían conocimiento de lo que estaba
pasando, pero nada se hizo ni dijo. Mi regreso fue el día 4 de febrero y si lo
pienso fríamente, podía haber vuelto contagiada hasta las trancas. Los
recorridos que hice por toda Málaga fueron en autobús, ¿Quién sabe si alguno de
aquellos compañeros de viaje no estaba ya infectados? Se me ocurrió atravesar
el estrecho de Gibraltar en un ferry el cual iba cargado de chinos hasta el
techo, nunca había visto tanto chino junto y me hice una pregunta, ¿a que
vendrán tantos chinos a Tánger?
A
mi regreso volví a mi vida normal y aunque a finales de febrero se comenzó a
escuchar alguna noticia, pero salió D. Simón (ahora se le puede apodar “El
Enterrador” diciendo que había muchos casos en Italia y en China que es donde
se había desarrollado el virus, pero aquí sería una cosa pasajera, que igual
diez o doce casos a lo sumo habría. Estaba bien enterado el hombre.
El
10 de marzo, acudimos como de costumbre a nuestra clase de literapia y la
directora del centro de adultos, nos comunicó que a partir del día 11, es decir
al día siguiente, se suspendían todas las clases hasta nueva orden que sería el
día 26 de marzo. Nada cierto, enseguida se nos comunicó que había una prorroga
de quince días más de confinamiento, ya que el virus se estaba extendiendo con
tal virulencia, que los hospitales estaban saturados y no daban abasto con
tanto infectado y, además, sin medios para poder atender como se debe a los
enfermos.
Yo
que soy viuda y estoy acostumbrada a estar sola, estoy comenzando a sentir que
el confinamiento me puede pasar factura. Lo mismo le puede pasar a muchas
personas que son más débiles de carácter, que están por distintos motivos
entrando y saliendo de su casa con mucha asiduidad. Otras que, de estar
trabajando fuera del hogar, de pronto se han encontrado encerradas en casa con
toda la familia, con la que a diario se ven lo justo y ahora han de compartir
desde la mañana a la noche, todo lo que allí sucede. Muchos para remate y con
niños de muy corta edad, han de teletrabajar, cosa que en muchos casos es casi
imposible pues los dos padres trabajando y los niños berreando, saltando y pegándose
todo el santo día, se convierte en una situación insostenible.
Cuantos,
en esta situación, tendrán conflictos a diario y cuando termine todo esto habrá
muchos divorcios, otros llegarán a conocerse y quizás digan, mi mujer o mi
marido es muy simpático, pero serán los menos. Habrá muchas uniones y
desuniones.
Hace
ya muchos años, cuando comenzaron a instalarse las tiendas de todo a cien,
regentadas por chinos, y de un día para otro iban montando en el mismo barrio
hasta tres y cuatro tiendas y lo hacían ellos mismos y en horas; creo que hice
el comentario de que los chinos comenzaban a hacerse con el mundo, nos iban a
comer, salían como hormigas del hormiguero. Esta situación creo que me da la
razón. Son personas muy trabajadoras y además están acostumbradas a vivir
hacinadas, unos encima de otros, a comer porquería y a no desmandarse pues su
país siendo de régimen dictatorial y comunista, no les permite la más leve
falta.
Ahora
dicen que nos han mentido con los muertos que ha habido en su país, quizás lleven
razón pues los satélites están comprobando que los crematorios de ese país no
paran, son continuos las humaredas y fuegos que se ven desde el espacio
exterior. Dicen que es posible que los muertos que dicen haber tenido se
triplican o cuadruplican. Tampoco se va a notar los miles que faltan pues son
tantísimos sus habitantes.
Mi
sincera opinión es que ellos han sido los causantes de este desastre que va a
dejar a la humanidad muy mermada y de la que va a ser muy difícil recuperarse.
Sobre todo, la economía incluso la de los más poderosos se va a ver diezmada
como nunca se había visto. Creo que han declarado una tercera guerra mundial
sin dar un solo tiro. Es una guerra virológica de la que tardaremos mucho
tiempo en salir, incluso años, pues hay mucha gente que ahora son asintomáticos
pero que con el tiempo la puedan ir desarrollando.
Espero
poder ver el final de este gran desastre mundial y que a nuestros seres
queridos nada les pase.
“RESISTIRE
HASTA EL FINAL DEL CONFINAMIENTO”
PILAR MORENO 1 abril
2020
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