miércoles, 1 de abril de 2020

MALDITA PANDEMIA




      Quiero comenzar diciendo que no sé como comenzó esta maldita pandemia, lo que, si se es que fue tarde, no voy a entrar en si fue culpa de unos o de otros y que en un principio se tomó a broma, parecía una simple gripe, quizás un poco más fuerte que otros años, pero no dejaba de ser una gripe.
          Con fecha 29 de enero, tomé unos días de vacaciones y partí para Benalmádena, creo que en esa fecha las autoridades, ya tenían conocimiento de lo que estaba pasando, pero nada se hizo ni dijo. Mi regreso fue el día 4 de febrero y si lo pienso fríamente, podía haber vuelto contagiada hasta las trancas. Los recorridos que hice por toda Málaga fueron en autobús, ¿Quién sabe si alguno de aquellos compañeros de viaje no estaba ya infectados? Se me ocurrió atravesar el estrecho de Gibraltar en un ferry el cual iba cargado de chinos hasta el techo, nunca había visto tanto chino junto y me hice una pregunta, ¿a que vendrán tantos chinos a Tánger?
          A mi regreso volví a mi vida normal y aunque a finales de febrero se comenzó a escuchar alguna noticia, pero salió D. Simón (ahora se le puede apodar “El Enterrador” diciendo que había muchos casos en Italia y en China que es donde se había desarrollado el virus, pero aquí sería una cosa pasajera, que igual diez o doce casos a lo sumo habría. Estaba bien enterado el hombre.
          El 10 de marzo, acudimos como de costumbre a nuestra clase de literapia y la directora del centro de adultos, nos comunicó que a partir del día 11, es decir al día siguiente, se suspendían todas las clases hasta nueva orden que sería el día 26 de marzo. Nada cierto, enseguida se nos comunicó que había una prorroga de quince días más de confinamiento, ya que el virus se estaba extendiendo con tal virulencia, que los hospitales estaban saturados y no daban abasto con tanto infectado y, además, sin medios para poder atender como se debe a los enfermos.
          Yo que soy viuda y estoy acostumbrada a estar sola, estoy comenzando a sentir que el confinamiento me puede pasar factura. Lo mismo le puede pasar a muchas personas que son más débiles de carácter, que están por distintos motivos entrando y saliendo de su casa con mucha asiduidad. Otras que, de estar trabajando fuera del hogar, de pronto se han encontrado encerradas en casa con toda la familia, con la que a diario se ven lo justo y ahora han de compartir desde la mañana a la noche, todo lo que allí sucede. Muchos para remate y con niños de muy corta edad, han de teletrabajar, cosa que en muchos casos es casi imposible pues los dos padres trabajando y los niños berreando, saltando y pegándose todo el santo día, se convierte en una situación insostenible.
          Cuantos, en esta situación, tendrán conflictos a diario y cuando termine todo esto habrá muchos divorcios, otros llegarán a conocerse y quizás digan, mi mujer o mi marido es muy simpático, pero serán los menos. Habrá muchas uniones y desuniones.
          Hace ya muchos años, cuando comenzaron a instalarse las tiendas de todo a cien, regentadas por chinos, y de un día para otro iban montando en el mismo barrio hasta tres y cuatro tiendas y lo hacían ellos mismos y en horas; creo que hice el comentario de que los chinos comenzaban a hacerse con el mundo, nos iban a comer, salían como hormigas del hormiguero. Esta situación creo que me da la razón. Son personas muy trabajadoras y además están acostumbradas a vivir hacinadas, unos encima de otros, a comer porquería y a no desmandarse pues su país siendo de régimen dictatorial y comunista, no les permite la más leve falta.
          Ahora dicen que nos han mentido con los muertos que ha habido en su país, quizás lleven razón pues los satélites están comprobando que los crematorios de ese país no paran, son continuos las humaredas y fuegos que se ven desde el espacio exterior. Dicen que es posible que los muertos que dicen haber tenido se triplican o cuadruplican. Tampoco se va a notar los miles que faltan pues son tantísimos sus habitantes.
          Mi sincera opinión es que ellos han sido los causantes de este desastre que va a dejar a la humanidad muy mermada y de la que va a ser muy difícil recuperarse. Sobre todo, la economía incluso la de los más poderosos se va a ver diezmada como nunca se había visto. Creo que han declarado una tercera guerra mundial sin dar un solo tiro. Es una guerra virológica de la que tardaremos mucho tiempo en salir, incluso años, pues hay mucha gente que ahora son asintomáticos pero que con el tiempo la puedan ir desarrollando.
          Espero poder ver el final de este gran desastre mundial y que a nuestros seres queridos nada les pase.
          “RESISTIRE HASTA EL FINAL DEL CONFINAMIENTO”
                                                   PILAR MORENO 1 abril 2020
         
           

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