sábado, 1 de diciembre de 2012

EN UN PAÍS EXTRANJERO




            Por motivos de trabajo, Juan y Luisa tuvieron que abandonar su país de origen y salir al extranjero.
            Una noche después de cenar y al punto de ir hacia la cama, Luisa de repente se encuentra indispuesta, un fuerte dolor abdominal se le presenta y no puede parar de dolores. Juan decide llamar a Urgencias para que acuda alguien a diagnosticar lo que le sucede a su esposa ya que es un extraño dolor y apéndice no podía ser, pues hacía años que se la habían extirpado.
            Pasados unos minutos, suena el timbre del apartamento en el que viven y es el médico el que aparece. Tras valorar a la paciente, prescribe una diverticulitis aguda y hace llamar a la ambulancia para que sea trasladada de inmediato al hospital pues hay que intervenir rápidamente o las consecuencias serían fatales.
            Al rellenar los papeles para el ingreso y pedir la documentación, el doctor hace un raro gesto al comprobar el nombre de la enferma. ¡Dios mío! Dice asombrado, tiene mis mismos apellidos y es española, de Málaga para más señas. ¿Qué importancia tiene eso doctor? Pregunta Juan intrigado. Pues, pues, titubea el doctor y muy azorado se atreve a decir:
            Hace treinta años, que salí de mi casa dejando a mi familia, padres y hermanos y la más pequeña, casualmente se llamaba Luisa, para emprender una vida que en la casa familiar hubiese sido imposible de realizar. Mi padre, un humilde trabajador, no podía darme los estudios que yo ansiaba tener ya que, yo era el mayor de seis hermanos y los tiempos solo permitían dar de comer y los estudios en la escuela más básica, para después ponernos a trabajar y seguir adelante. Después de una gran discusión con mi padre, salí de casa y nunca más volví.
            Ya que tenía dieciséis años y muchas ganas de comerme el mundo, logré enseguida ponerme a trabajar, eso sí en lo que iba saliendo, refugiado en casa de un amigo en la cual me trataban como a uno más, fui ahorrando todo lo que pude y entre trabajo y trabajo, me matriculé en la facultad de medicina que era el sueño de mi vida. Fui aprobando con matriculas de honor todas las asignaturas, lo que me dio opción a una beca para salir al extranjero. Nunca jamás pensé que estando tan lejos alguien de mi familia podría caer en mis manos para salvarla la vida.
           
            Pilar Moreno – taller de Literatura.
           
            

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